La Fuerza Femenina es una energía imparable. Siempre latente en su interior. Siempre presente.
Ella es la fuente de toda vida, la que respira la respiración. Ella es la vida.
Lo veo en los ojos de cada mujer que me cruzo. Todas y cada una de ellas tienen un Impulso de Vida en su interior que las lleva a seguir caminando, a seguir viviendo.
A veces necesitan pararse en el camino, apoyarse en su compañera o en un hombre que las sostenga, otras se sostienen a ellas mismas sacando de paseo a su amante interno,…pero siempre hay un deseo de seguir viviendo. Siempre.
A veces ellas creen que lo hacen por su familia, por sus hijos, otras que lo hacen por ellas mismas…pero lo que veo es que, en realidad, lo hacen por la vida misma. Hay un Pacto de Amor con la Vida misma.
Las mujeres somos las Guardianas de la Vida. Y lo sabemos. Muy adentro.
En algún lugar de nuestro interior quisimos encarnar a la energía femenina para ofrecerla al mundo: a los niños, a los hombres, a los pueblos, a las ciudades, a las comunidades, a las plantas, a los mares, a los ríos…
La Fuerza Femenina es mucho más que la condición de ser mujer. Y nosotras lo sabemos.
La Fuerza Masculina es mucho más que la condición de ser hombre. Y ellos también lo saben. Te lo aseguro que ellos también lo saben.
Confía en esa capacidad innata que hay dentro de ti y te permite quebrarte y resquebrajarte para después volverte a recomponer.
Mucho más Sabia. Más Habitada. Más Viva.
Confiemos,
Myriam
