Recuerdo una vez en la escuela

Un profesor nos preguntó cuál sería la profesión que jamás de los jamases haríamos.

Hicimos una ronda de respuestas y todas las niñas de clase respondimos que la de Prostituta (menos una compañera que dijo la de Pescadera).

Claro, no me extraña, porque en los cuentos de Walt Disney con los que he crecido, no está el Arquetipo de la Prostituta precisamente. Sino más bien el de la Princesa, dulce y gentil, totalmente prístina y por supuesto virgen hasta el matrimonio con su amado Príncipe Azul.

Fue al cabo de los años cuando pude reconocer cuántas veces yo había accedido a tener intimidad sexual con un hombre a cambio de recibir Amor, Bienestar, Seguridad, Compañía, Afecto…

¿Qué diferencia había entre acceder a ello y recibir dinero a recibir otro tipo de «bienes»?

Hasta que no empecé este viaje en espiral como Mujer que no me reconcilié con mi Prostituta Interna.

la puta que hay en ti

Y al hacerlo descubrí que todas las Mujeres hemos sido prostitutas en un momento u otro de nuestras vidas. Podríamos decir que “Prostitutas Socialmente Aceptables”.

Lo que pasa es que decirlo queda feo…

¿Qué es sino cuando accedes a tener relaciones con un hombre solo para recibir su cariños y su afecto?.

¿Y cuándo mantienes una relación tan solo por la comodidad que te aporta a sabiendas de que ya no te nutre? 

Para mi reconocer a la prostituta que hay en mi interior fue muy liberador.

Inevitablemente, ello te lleva a ampliar tu mirada hacia aquellas Mujeres que ejercen la Prostitución. Y te das cuenta de que están haciendo una grandísima labor Social, que muy pocos reconocen.

De hecho, ellas están acogiendo en su interior el Inconsciente Colectivo que la sociedad niega. A ellas les llega todo lo desvirtuado, lo sucio, lo inaceptable, lo enfermo…todo lo que la sociedad no da lugar y enmascara de mil y una maneras.

En mi vida siempre tengo muy presente que a la Oscuridad hay que darle un espacio. 

Por eso, las Mujeres que ejercen la Prostitución, aportan ese espacio donde lo oscuro y lo denso se manifiesta.

Eso tan bonito de que todas somos una…es real. No vale decir «si si si todas somos una pero esa no…». Porque ahí niegas una parte tuya.

Otro tema aparte es de la figura ancestral de la Prostituta Sagrada de la cual ya hablaremos en otra ocasión.

Con reconocimiento hacia todas las Mujeres,

Myriam